El escepticismo filosófico es una corriente de la filosofía clásica, la cual se apoya en la duda. En otras palabras puede ser descrita además como una actitud crítica que objeta sistemáticamente el ideal de que el conocimiento y la certeza absoluta son posibles, propuesto en campos generales o particulares. Escepticismo filosófico es representado en la escuela de «Skeptikoi», de aquellos que manifestaban que no se «no afirmaban nada, sólo opinaban»; esta corriente se opone al dogmatismo filosófico la cual mantiene que un grupo de enunciados son absolutamente inequívocos, autoritativos y verdaderos.

El escepticismo filosófico, además, se diferencia del Escepticismo Ordinario, cuyas dudas se erigen en contra de determinadas creencias o tipos de creencias ya que certeza que la sostiene es débil o pobre. Aquellos escépticos ordinarios no son crédulos o inocentes, no reciben las cosas verdaderas a la ligera y sin antes evidenciar las cosas para creer. Ellos dudan de los milagros religiosos por completo, el psicoanálisis, los secuestros por extraterrestres, etc. pero claro está que no manifiestan duda alguna de que la el conocimiento y la certidumbre son posibles; gracias a los argumentos sistemáticos que menoscaben toda afirmación de conocimiento.
El Escepticismo Filosófico es de gran antigüedad. Gran parte de los que se sabe de esta corriente filosófica proviene del médico y filósofo griego Sexto Empírico, personaje importante de la representación del escepticismo pirroniano y quien además vivió para alrededor del año 200 y que pensaba que los animales derivaban del fango, fuego, burros, frutas vinos fermentados, limo y animales putrefactos.