Los pictogramas son, de alguna manera, un método de comunicación que se remonta a épocas inmemoriales, que se basa en la interpretación de señales que representan ciertas situaciones o recomendaciones. A menudo son dibujos simples, en colores básicos. Estas señales se pueden encontrar en muchos lugares que se suelen frecuentar, como los baños públicos, en donde se observa el cartel de una dama y un caballero, utilizado para indicar el baño para mujeres y el de hombres.

Su versión más antigua es llamada pintura rupestre, en dónde se representaban situaciones cotidianas, como el servir de las raciones de cerveza en los bares antiguos, cazar animales o criarlos y el humano adaptándose a la naturaleza. Según recientes descubrimientos, las pinturas hechas por humanos más antiguas, se remontan a unos 39.900 años y están ubicadas en Indonesia, más específicamente en la isla de Sulawesi; las obras retratan impresiones de manos humanas, además de una babirusa que data de hace 35.400 años.
Éste tipo de comunicación ayudó a desarrollar la escritura, es decir, la simbología que utilizamos para poder ejercerla. Un ejemplo de ello sería la simbología que utilizaban los antiguos egipcios, los cuales grababan en los templos y las tumbas de los faraones y que utilizaban como medio para narrar una historia; mayormente se trataba de dibujos y signos, como elementos del cuerpo humano o la civilización y líneas dispuestas en todas las direcciones.
Mantienen ciertas categorías que los organizan dependiendo de sus funciones, así se ordenan en históricos, de escritura, sistema de conteo, además de diagramas y gráficos. Algunas de las señales más conocidas son las de seguridad o restricciones, que se pueden apreciar en las carreteras o lugares que destinados al entretenimiento.